Estofado de ternera con albóndigas

Receta ↓ Ángela Solar

Un guiso tradicional que reconforta el alma, el estofado de ternera con albóndigas es ese plato que te transporta a la infancia.

Imagina tiernas albóndigas y jugosos trozos de ternera mezclándose con una salsa casera que invita a no dejar nada en el plato.

Este estofado no es solo un plato más, es una experiencia gastronómica que une a la familia alrededor de la mesa. Y si te encanta acompañarlo con algo fresco, no te pierdas esta paella de verduras, la combinación perfecta de sabores.

Preparar este estofado es volver a los orígenes de la cocina casera, donde cada ingrediente aporta su esencia para crear un plato completo y delicioso.

Y para los amantes de los postres, ¿qué mejor que cerrar con broche de oro con una tarta de queso fría? Un final dulce para una comida inolvidable.

Ingredientes que no pueden faltar

Para que tu estofado con albóndigas sea un éxito rotundo, necesitas una selección de ingredientes que son el alma del plato. ¡Vamos allá!

• Ternera – Elige cortes como el morcillo o la falda, que tras una cocción lenta, se vuelven tan tiernos que se deshacen en la boca. ¡Imagina esa textura!
• Cebolla y ajo – Son los imprescindibles para ese fondo de sabor que caracteriza a un buen guiso. ¡No escatimes en ellos!
• Zanahoria – Añade un toque dulce y una textura tierna que hace contraste con la robustez de la carne.
• Tomate – Usa tomates bien maduros para conseguir esa salsa con la acidez perfecta que hará que tu paladar baile de alegría.
• Vino tinto – Un buen vino con cuerpo no solo enriquecerá el caldo, sino que le dará ese toque gourmet que todos buscan. ¡Elige uno que te gustaría beber!
• Caldo de carne – Si puedes, prepara un caldo casero. La clave para que tu sabor hable por sí solo.
• Harina, pan rallado y huevo – Estos son tus aliados para lograr la consistencia ideal. ¿Quieres que queden más jugosas? Añade un poco de leche al pan rallado.
• Especias – El laurel, el tomillo y la pimienta negra son los toques finales para ese sabor tradicional que nos recuerda a casa. ¿Te atreves con un poco de pimentón ahumado? ¡Experimenta!

¡Comencemos con la parte más importante de nuestro estofado de ternera con albóndigas! Personalmente, disfruto mucho el proceso de cortar y sellar la carne. Hay algo terapéutico en ello, ¿no crees?

Primero, corta la ternera en trozos de aproximadamente 2 cm. Siempre recomiendo usar un cuchillo afilado para obtener un corte limpio y evitar que se deshaga.

A continuación, calienta un poco de aceite en una cacerola o sartén a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, añade la ternera en pequeñas cantidades para sellarla por todos los lados. Recuerda no agregar demasiada carne a la vez para evitar que baje la temperatura del aceite y la carne suelte jugos.

Mientras se está sellando, puedes empezar a preparar las verduras. Pela y pica la cebolla y el ajo, y pela y corta las zanahorias en rodajas finas. Una vez que hayas terminado, retírala temporalmente de la cacerola y agrega las verduras.

Sofríe la cebolla, el ajo, y las zanahorias a fuego medio hasta que las cebollas estén translúcidas y las zanahorias estén tiernas. ¡Esto creará una base de sabor maravillosa para nuestro estofado!

¡Vamos a darle vida a este estofado! Primero, añade el vino tinto a la cacerola con la carne ya sellada. A continuación, incorpora el caldo de carne casero. Deja que todo cocine a fuego lento durante al menos dos horas, ¡o hasta que la carne esté tan tierna que se deshaga en la boca! Recuerda, ¡paciencia es la clave para un buen estofado!

En la última hora de cocción, es hora de añadir las zanahorias. Esto aportará un toque dulce y una textura tierna que hará contraste con la robustez.

¡Vamos a preparar unas deliciosas para nuestro estofado de ternera! Me encanta hacer caseras, siempre quedan más jugosas y sabrosas que las compradas.

• Mezcla de ingredientes para las albóndigas: En un bol grande, combina la mezcla de carne picada con pan rallado, huevo, cebolla, ajo y especias (sal, pimienta y tomillo). ¡No te olvides de mezclar todo bien para que los ingredientes se integren perfectamente!
• Formación y cocción de las albóndigas: Una vez que tengas la mezcla lista, forma las albóndigas con las manos. Yo suelo hacerlas del tamaño de una cucharada, pero tú puedes ajustar el tamaño a tu gusto. Luego, cocínalas en una sartén con un poco de aceite hasta que estén doradas por fuera y cocidas por dentro. ¡Recuerda no freírlas demasiado para que no se resequen!